Los Mallos de Riglos son el destino por excelencia; pero no el único, pues los Pirineos esperan a ser conquistados por los escaladores.
Los destinos más populares son:
Rodellar
El pequeño pueblo de Rodellar es la puerta a una nueva dimensión, un auténtico paraíso para los aficionados de la escalada deportiva de dificultad. Innumerables vías, vistas panorámicas, barrancos, naturaleza en estado puro. No es un lugar para principiantes, pero los expertos disfrutarán de un entorno mágico y de una experiencia única.
Riglos
Una zona inigualable que enamora a la vista tal y como aparece en el horizonte. Las curiosas formaciones geológicas de los Mallos de Riglos ofrecen al escalador paredes de hasta 300 metros de altura. Es el Reino de los Mallos, con punto de partida en el pueblo de Riglos y el inicio del ascenso hacia el cielo.
Olvena
Las rocas labradas por la insistencia del río Ésera protagonizan el Congosto de Olvena, que convierte a este lugar en un mundo de posibilidades para la escalada. La clásica, la técnica, sobre muros verticales o sobre placas de más de 90 grados. Diferentes dificultades para variados gustos.